Subtes con recorridos limitados, colectivos desviados, escuelas cerradas y hospitales que solo mantienen sus guardias abiertas. La Ciudad de Buenos Aires cambió su ritmo y funciona a media máquina para recibir a la Scaloneta. Solo se ven comercios abiertos y habrá bancos hasta el mediodía.

El feriado decretado a última hora del lunes le puso un marco legal a lo que de todos modos iba a suceder: todo el mundo quiere ver a los Campeones del Mundo y a esa Copa esperada durante 36 años.

Pero no todos están contentos: tanto desde la Cámara Argentina de Comercio como de la Confederación Argentina (CAC) de la Mediana Empresa se quejaron porque afirman que el feriado nacional es perjudicial, sobre todo en una semana clave para las ventas por la Navidad.

"El establecimiento de un día feriado implica pérdidas multimillonarias por el valor que la economía nacional deja de generar; y es especialmente dañino cuando, como ocurrió en esta ocasión –en la que hasta altas horas de la noche no se conocía el texto del decreto en cuestión– se dispone de manera imprevista y poco clara en cuanto a sus alcances", dice el comunicado de la CAC.

Y agrega: "A la vez, el feriado del día de hoy es particularmente perjudicial para el sector representado por la CAC, debido a que tiene lugar en las vísperas de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, cuando las ventas de numerosos rubros alcanzan los mayores volúmenes del año".

Por su parte, el presidente de CAME, Alfredo González, coincidió: “Estamos a cuatro días de la Navidad, que es una de las fechas comerciales más importantes en el año. Un feriado en todo el país perjudica las ventas de las pymes comerciales”.

Desde la entidad argumentan que el Gobierno tendría que haber declarado a este martes día no laborable, para que cada empresario pueda definir si abre o no su establecimiento. De hecho, a pesar del feriado, pueden verse comercios abiertos aunque en los del centro se preparaban para bajar las persianas antes del mediodía para evitar destrozos en caso de incidentes.

El feriado también fue rechazado por la Dirección General de Educación de Gestión Privada del Ministerio de Educación de la Ciudad, que informó que este martes no podrán brindarse servicios educativos. "Lamentamos esta decisión intempestiva, que impide la reorganización para garantizar los mismos", sostuvieron en un comunicado.

La única salvedad que hizo el Gobierno nacional para este feriado es que los bancos y la AFIP abrirán hasta las 12. Mientras tanto, el Gobierno porteño anunció que en los hospitales solo funcionan las guardias y que 14 establecimientos se encuentran en alerta amarilla, preparados para recibir a posibles heridos durante los festejos.

Viajar en transporte público, una misión difícil
Más allá del feriado, lo cierto es que es muy difícil moverse por la Ciudad para llegar a los lugares de empleo. El motivo es que el transporte es incierto y la situación podría empeorar durante la tarde.

El subte finalmente arrancó a las 5.30, como cualquier día hábil. Pero la línea D estuvo cerca de una hora con el servicio interrumpido y hubo demoras en la línea C. Además, se anticipó el esquema de cierre de estaciones planeado para descomprimir la zona céntrica que estaba previsto para después de las 11.

La Línea A funciona con servicio reducido desde San Pedrito a Congreso y la B, entre Juan Manuel de Rosas (Villa Urquiza) y Callao. La C hace el recorrido completo entre las cabeceras de Constitución y Retiro, pero no se detiene en las estaciones Independencia, Moreno, Avenida de Mayo y Diagonal Norte. La D circula desde Congreso de Tucumán hasta Callao. Y la E, desde Plaza de los Virreyes hasta Indepedencia. La H es la única que funciona con normalidad, uniendo Facultad de Derecho con Hospitales.

A estoy hay que sumarle que el centro porteño está colapsado: desde muy temprano la avenida 9 de Julio y sus alrededores están sitiados por la cantidad de personas. Los colectivos se desvían y, además, circulan con cronograma de feriados.

Además, acercarse al centro en auto es una muy mala idea: el tránsito se va cortando a medida que llegan más y más personas para participar en un día de fiesta.